En esta época un aeropuerto alterno al de la Ciudad de México debería desahogar el tráfico intenso de pasajeros en la capital del país, pero no es así. No todos los caminos llevan al AIFA.
Se presumió como un aeropuerto de clase mundial pero a tres años de distancia continúa lejano, aislado e inviable.
Pablo Casas, director del Instituto Nacional de Investigaciones Jurídicas Aeronáuticas, comenta: “Fue un aeropuerto que no se diseñó tomando en consideración a los actores, si no que se diseñó a capricho.