El Laboratorio Nacional de Clima Espacial del Instituto de Geofísica de la UNAM emitió una alerta ante la inminente llegada de una tormenta solar que podría causar fallas en diversos sistemas tecnológicos en la Tierra.
Según los expertos, este fenómeno podría afectar desde las telecomunicaciones hasta los sistemas de distribución de energía, generando importantes interrupciones en infraestructuras clave.
La tormenta, resultado de una llamarada solar, podría provocar intensas perturbaciones geomagnéticas con un potencial impacto global.
La tormenta solar se originó la noche del pasado martes 8 de octubre de 2024, cuando se registró una llamarada solar que se propagó rápidamente hacia la Tierra. Este tipo de eventos, aunque no son inusuales, requieren atención y monitoreo debido a sus posibles efectos en los sistemas tecnológicos que usamos a diario.
La velocidad con la que la llamarada se desplazó ha llamado la atención de los científicos, quienes ya se preparan para los posibles escenarios que podrían presentarse.
El Laboratorio Nacional de Clima Espacial informó que los efectos de la tormenta solar comenzarán a sentirse entre el 10 de octubre y la noche del viernes 11 de octubre de 2024. Los expertos han advertido que, durante este tiempo, es probable que se experimenten fallos en servicios como internet, telefonía móvil, GPS y sistemas eléctricos, especialmente en las zonas más expuestas a la actividad geomagnética.
Los especialistas indicaron que la intensidad de esta tormenta solar ha sido clasificada en el nivel G4, lo que indica una actividad geomagnética severa. Este nivel sugiere que podríamos enfrentar interrupciones significativas en varios sistemas tecnológicos, lo que ha generado preocupación en torno a la capacidad de las infraestructuras para absorber el impacto sin causar grandes trastornos.
Además, se ha destacado que la tormenta solar en curso es una de las más rápidas registradas dentro del ciclo solar 25, con una velocidad estimada de entre 1,200 y 1,500 kilómetros por hora. Esta velocidad convierte a la tormenta en un evento relevante para el estudio del clima espacial, ya que podría proporcionar nueva información sobre el comportamiento del Sol y sus interacciones con la Tierra.
A pesar de la magnitud del fenómeno, los expertos han descartado que la tormenta solar represente un riesgo directo para la salud humana. Las principales afectaciones se centrarán en los sistemas tecnológicos que dependen de la ionosfera y el campo magnético de la Tierra, elementos que se verán perturbados por la actividad solar. Sin embargo, los científicos enfatizan que, aunque no afecte la salud física, es fundamental estar preparados para las posibles consecuencias tecnológicas.
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